Veinticuatro años una novela atravesó sentimientos y lugares.
Los sentires tienen lugares, el amor el corazón, el cansancio la espalda, la tristeza los ojos y así en el cuerpo. En esta novela los lugares terrenales emanan sentires sin duda añoranzas y desconciertos.
La memoria tan exclusiva y a la vez tan de todos, muy única y también plural, parcial y tal vez entera.La ignorancia de uno y del otro, de todos y de pocos, de sentires y lugares, de miradas y de ciegos.
Y así también la búsqueda de la libertad, de ser sí mismo, con uno mismo, con el otro, sin el otro.
El espíritu de seguir siempre seguir